Monday, April 2, 2012

Un país para creer



La amo con pasión desenfrenada...
tanto que he pensado en cuartar mi amanecer
¿Será que estoy enloqueciendo?

Siento su llanto como agujas en mis oidos
...Dios me sangran.. si son agujas...
no, no lo son, son... parecen... ¡Si! son balas.
No deseado patriotismo que me ata,
y me hace amante obstinada de sus formas, de su sabor, de su evolución
me hace luchar por ella para calmar su dolor, mi dolor,
el de nuestros hijos..que aun no nacen en ella y no se si nacerán.

¿Valdrá la pena?

...Creo que si, por esos atardeceres crepusculares en el que mi padre nació,
por ese frío andino que me hace fogosa ante el hombre que amo,
por esa brisa candente que le dió vida a mi corazón,
en esa tierra silente donde el mar salpicó en el vientre de mi madre
un crespusculo, una pasión y estremeció con medanos su cintura habanera.
Si, por la cima en la que nuestros suelos tocan el cielo "Auyantepuy"
por el salto en el que regresan a la tierra siendo realidad "Angel".

Pero sobre todas las cosas por ti, por tu respiración, por tu verbo
por tu mirar cálido y tu sonrisa amplia, por tu palpitar
por esas manos que crean sin cesar,
y ese espiritu de inmensa libertad ....
Si, por ella ... por Venezuela

Nota: me encontré este poema que escribí un diciembre del 2002 en una madrugada caraqueña, estremecida por el caos y la confusión de una nación.



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